Parte primera
1. Disminuyeron la caridad, la lealtad, la justicia y la verdad en el mundo. Y comenzaron la enemistad, la deslealtad, la injuria y la falsedad; y por esto cundió el error y la perturbación en el pueblo de Dios; el cual pueblo había sido ordenado para que Dios sea amado, conocido, honrado, servido y temido por el hombre.
2. Cuando en el mundo cundió el menosprecio de la justicia por disminución de caridad, fue preciso desde un principio que la justicia retornase por su honor, mediante el temor. Por esto fueron hechos milenarios en todo el pueblo, siendo escogido y elegido, entre los mil que formaban el milenario, el que fuese más amable, y más sabio, más leal, más fuerte, de más noble ánimo, de mejor instrucción y de mejores costumbres que los demás.
3. También fue buscada entre todas las bestias la más bella, la más ágil y que con más nobleza pueda sostener el trabajo; pues debía ser la más conveniente para el servicio del hombre. Y porque el caballo es la bestia más noble y más conveniente para el servicio del hombre, fue elegido el caballo entre todas las bestias y fue entregado al hombre elegido entre mil. Y por esto este hombre elegido es llamado caballero.
4. Cuando se hubo entregado la más noble bestia al hombre más noble, fue también conveniente que se escogieran y eligieran las armas que sean más nobles y más eficaces para combatir y defender al hombre de heridas y de la muerte. Y se entregaron estas armas al caballero, y éste se las apropió.
A quien quiera, pues, entrar en el orden de caballería, le conviene meditar y pensar en sus nobles principios; y conviene que la nobleza de su ánimo y su buena educación concuerden y convengan con el principio de la caballería.
Por esto también es inconveniente que el orden de caballería reciba en sus honras a sus enemigos, o a los que por su modo de ser y de obrar son contrarios a sus principios.
5. El amor y el temor se convienen contra el desamor y el menosprecio; y por esto conviene que el caballero, por la nobleza de su ánimo y buenas costumbres, y por un honor tan alto y tan grande como el que se le ha hecho por elección, por el caballo y las armas, sea amado y temido de las gentes; y que por el amor que recibe, devuelva caridad y ejemplo; y por el temor que causa, devuelva verdad y justicia.
6. El varón, en cuanto tiene más buen sentido y es más inteligente que las hembras, también puede ser mejor que las mujeres. Porque si no fuese tan poderoso para ser bueno como la mujer, seguiríase que bondad y fuerza de naturaleza serían contrarias a bondad de ánimo y buenas obras. Por donde, así como el hombre por su naturaleza, se halla en mejor disposición de tener noble valor y ser más bueno que la hembra; del mismo modo se halla también mejor preparado que la hembra para hacerse malo. Y esto es precisamente para que, por su mayor nobleza y valor, tenga mayor mérito, siendo bueno, que la mujer.
7. Aprende, escudero, lo que habrás de hacer si tomas el orden de caballería; porque si eres caballero, es que recibes la honra y la servitud propias de los amigos de caballería; porque, en cuanto tienes más nobles principios, eres tanto más obligado a ser bueno y agradable a Dios y a las gentes. Y si eres malo, te haces el mayor enemigo de caballería, y resultas lo más contrario a sus principios y a sus honramientos.
8. Tan alto y tan noble es el orden de caballería, que no le basta estar formado de las personas más nobles, y que posea las más nobles bestias y las armas más honradas; porque también ha sido conveniente convertir a estos hombres que forman el orden de caballería en señores de gentes. Y puesto que el señorío tiene tanta nobleza, y la servitud tanto sometimiento, si tú, que tomas orden de caballero, eres vil y malvado, ya puedes pensar en la gran injuria que cometes contra tus vasallos, y también contra tus compañeros buenos. Porque por la vileza en que te hallas, deberías estar sometido; y por la nobleza de los caballeros que son buenos caballeros, tú eres indigno de ser llamado caballero.
9. Para el alto honor que recibe el caballero, aun no bastan la elección, el caballo, las armasseñorío; porque también conviene que se le den escudero y garzón que le sirvan y se ocupen de las bestias. Y conviene también que las gentes aren y caven y limpien de cizaña a las tierras para que den los frutos de que debe vivir el caballero y sus bestias. Y que el caballero cabalgue y señoree; con lo cual halla bienandanza precisamente en aquellas cosas en que los hombres trabajan tan duramente. y el
10. Los clérigos tienen ciencia y doctrina para que sepan y puedan amar, conocer y honrar a Dios y a sus obras, dando doctrina a las gentes, y un buen ejemplo en amar y honrar a Dios; y por esto son ordenados en estas cosas; y por eso también aprenden en las escuelas. Y así como los clérigos, por su honesta vida, por buen ejemplo y por ciencia, tienen orden y oficio de inclinar a las gentes hacia la devoción y la buena vida, en tal guisa los caballeros, por nobleza de ánimo y por fuerza de armas mantienen el orden de caballería, inclinando a las gentes a temor; por el cual temen los hombres injuriarse mutuamente los unos a los otros.
11. La ciencia y la escuela del orden de caballería es que el caballero enseñe a su hijo aun joven a cabalgar; porque si desde su adolescencia no aprende a cabalgar, tampoco podrá en su vejez.
Conviene que el hijo del caballero, mientras es escudero, sepa dar el pienso al caballo; y que aprenda a estar sometido, antes de ser señor, sabiendo servir a señor; porque de otra suerte no apreciaría la nobleza cuando fuese caballero.
Por todo esto el caballero debe someter a su hijo a otro caballero, para que aprenda a cortar y guarnecer, y demás cosas que tocan el honor del caballero.
12. Así como el que quiere ser carpintero tiene necesidad de tener maestro carpintero; y aquel que quiere ser zapatero necesita de un maestro que sea zapatero; de la misma manera quien quiera ser caballero, necesita un maestro que sea caballero. Porque, en tal guisa sería inconveniente cosa que el escudero aprendiese el ordenamiento de la caballería de un hombre que no fuese caballero, como lo es que el que quiera ser zapatero tenga por maestro a un carpintero.
13. De la misma manera que los juristas, los médicos y los clérigos adquieren ciencia y tienen libros, con cuya lección aprenden su oficio por magisterio de letras, oyendo a sus maestros; tan alto es y tan honrado el orden de caballero, que no es bastante que al escudero se le enseñe a dar pienso al caballo, a servir a señor, ir con él en hechos de armas, y otras cosas semejantes; sino que también sería muy conveniente cosa que hubiese escuelas y ciencia escrita en los libros, y que fuese enseñado el arte de la misma manera que se enseñan las demás ciencias; y que los niños hijos de caballero aprendiesen desde un principio la ciencia que atañe al orden de caballería; y anduviesen por las tierras con los caballeros.
14. Si no hubiese culpas entre los clérigos y entre los caballeros, aquí bajo apenas se advertirían culpas en las otras gentes; porque por el ejemplo de los clérigos el pueblo adquiere devoción y amor a Dios; y por los caballeros temieran injuriar al prójimo.
De esta suerte, si los clérigos tienen maestros y doctrina, y frecuentan las escuelas, para ser buenos; y existen tantas ciencias que están en doctrina y en letras; se comete una injuria muy grande al orden de caballería cuando no existe, de modo semejante, una ciencia demostrada por letras; y que no se constituya escuela, como se han constituido para enseñanza de las demás ciencias.
Por esto mismo, el que compone este libro, ruega al noble Rey y a toda la Corte reunida en honor de caballería, que este libro dé satisfacción y sea restaurado en el honor el orden de caballería, porque es agradable a Dios.
Estos son los proverbios de caballería
1. Caballero es hombre que procura la paz por la fuerza.
2. El caballero es hombre elegido antiguamente para ser mejor hombre que otro.
3. El caballero tiene espada por justicia, y caballo por señoría.
4. Como la humildad está elevada, el caballero debe ser humilde.
5. El caballero va bien vestido porque es honrado.
6. Las vestiduras de tela no son tan nobles como las de las virtudes.
7. El caballero tiene divisa para ser conocido de todos.
8. Un mal hombre no debe ascender a lo alto para que sea conocido.
9. El orgullo rebaja al hombre.
10. Quien sube es por virtud; quien baja es por vicio.
11. Villano que se hace caballero, injuria al caballo.
12. Caballero vil, solamente debe cabalgar en asno.
13. Al caballero pertenecen bienes y honra.
14. El mundo se hallaría en buen estamento si fuesen señores de él un buen clérigo y un buen caballero.
15. Buena es la compañía de un buen clérigo y de un buen caballero.
16. Nadie es más vil que un caballero cobarde.
17. Nadie cae tan bajo como el que cae desde una gran virtud.
18. Hayas temor del caballero humilde; pero no del orgulloso.
19. Mas fuerte es el caballero por sus virtudes que por la lanza y la espada.
20. El mundo juzga a los caballeros por sus trabajos.
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