Quiero dedicar unos cuantos apartados de esta modesta página a la cultura, la tradición y la belleza del Tirol. Una de las más bellas regiones de Europa, enmarcada en un paisaje alpino, donde las tradiciones se mantienen hasta hoy más vivas que en ningún otro sitio del viejo continente. El fervor religioso y el cuidado de las tradiciones, así como el amor a la naturaleza hacen del Tirol una tierra mágica. Los cantos "jodler" que se realizan en la montaña con estos trajes tradicionales, son una de las cosas más bellas de contemplar y escuchar. La historia, los artistas, la cultura popular es algo maravilloso también; aquí mencionaremos e ilustrarémos algo sobre toda esta belleza, sobre la trompa alpina, los héroes nacionales y sobre un artísta popular concreto de esta región (Franz von Defregger).
Querido Tirol
Mi querido país Tirol,
tierra de Andreas Hofer,
y del valiente Georg Klotz,
tus heroicos defensores.
¡Qué bella es tu comunión
de la tierra y el cielo!,
¡el país más encantador
el que defendieron ellos!
Aquel que al Tirol quiere,
quiere que el otro mundo
al Tirol se asemeje,
¡es el paraíso suyo!
¡Una jodlerin cantando!,
¡entre azules montañas
de blancura coronadas!,
¡y entre floridos prados!
¡Y Cristo siempre mirando!,
en sus bellos crucifijos,
en la madera tallados,
con un profundo cariño.
También cuando yo me muera,
quisiera ver otro Tirol,
que al Tirol se parezcan
las moradas del Creador.
¡Que brote mi alegría
como acendrada joya!,
¡como el edelweis brota
en la nieve, allá arriba!
¡Quiero oír tu musiquilla!,
¡y los cantos del leñador!,
¡esa música tan linda!,
cuando esté cerca de Dios.
De: José Antonio Narganes, Selección Poética, Rienzi – MMII
(Extraída de la página etika.com)
Querido Tirol
Mi querido país Tirol,
tierra de Andreas Hofer,
y del valiente Georg Klotz,
tus heroicos defensores.
¡Qué bella es tu comunión
de la tierra y el cielo!,
¡el país más encantador
el que defendieron ellos!
Aquel que al Tirol quiere,
quiere que el otro mundo
al Tirol se asemeje,
¡es el paraíso suyo!
¡Una jodlerin cantando!,
¡entre azules montañas
de blancura coronadas!,
¡y entre floridos prados!
¡Y Cristo siempre mirando!,
en sus bellos crucifijos,
en la madera tallados,
con un profundo cariño.
También cuando yo me muera,
quisiera ver otro Tirol,
que al Tirol se parezcan
las moradas del Creador.
¡Que brote mi alegría
como acendrada joya!,
¡como el edelweis brota
en la nieve, allá arriba!
¡Quiero oír tu musiquilla!,
¡y los cantos del leñador!,
¡esa música tan linda!,
cuando esté cerca de Dios.
De: José Antonio Narganes, Selección Poética, Rienzi – MMII
(Extraída de la página etika.com)
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